Playlist (Cap. 2)
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Playlist (Cap. 2)
Aun no salía el sol cuando Sebastián Sena bajó de su limusina en el estacionamiento de la facultad. Se encontraba algo cabizbajo y pensativo. Su chofer se bajó juntó a él y le entregó su mochila mirándolo fijamente.
Jorge: ¿Qué le pasa?
Sebastián: Nada, Georgie. Sólo estoy algo cansado^^’
Jorge: Sin ofender, joven, pero usted nació cansado y no anda todos los días así… ni siquiera notó que hoy me puse la boina por mi propia voluntad.
Sebastián: Jeje, es cierto, perdón… ya me voy, nos vemos a la salida…
Jorge: Bueno, pero recuerde que si necesita algo sólo tiene que llamarme. No sólo soy su chofer, sino también su amigo.
Sebastián: Lo sé, Georgie. Gracias^^
Sebastián caminó hacia la facultad, le parecía que todo a su alrededor se desvanecía y lo que había ocurrido el día anterior había sido sólo una horrenda pesadilla que ya había durado lo suficiente… pero no era así. Todo era real y esa realidad era, de todas, la peor pesadilla.
Track #02: “Girlfriend”
Saúl Salziso caminaba hacia la entrada cuando vio la boina anaranjada de Sebastián que sobresalía entre los coches, de pronto sus miradas se cruzaron y ambos se detuvieron sin quitarse la vista de encima. Entonces vieron cómo el director del taller de teatro pegaba una lista en una pizarra de anuncios que se encontraba a unos pasos de la entrada de la facultad. Los dos volvieron a mirarse y soltaron sus mochilas antes de emprender una carrera hasta la pizarra, al llegar a ella comenzaron a empujarse por ser el primero en tomar la pluma que colgaba a un lado de ésta y anotarse.
Sebastián: ¡Suéltala! ¡Yo llegué primero, Individuo!
Saúl: ¡No! ¡Si no me hubiera detenido habría llegado mucho antes que tú!... ¡Y deja de decirme “individuo”! >.<
Una patineta se acercó a ellos rápidamente y los golpeó tan fuerte que los hizo caer al suelo de espaldas.
Chico: A un lado, nenas.
Saúl observó al chico de arriba hacia abajo mientras éste anotaba su nombre en la lista que decía “Taller de Teatro”. Era alto, bien parecido, de complexión atlética, cabello castaño, ojos cafés oscuros y de piel aperlada. Se peinaba hacia atrás y tenía barba de candado, la cual lo hacía parecer un poco más grande de lo que era. Cuando soltó la pluma, Sebastián se apresuró a tomarla.
Chico: No vale la pena que se anoten, no creo que haya un papel para ustedes… a menos que en Dorian Gray salgan mariposas.
Los dos: ._.
Chico: Bye, nenas.
El joven subió a su patineta y avanzó por los pasillos aun vacíos mientras Sebastián se preguntaba si en Dorian Gray salían mariposas y Saúl se anotaba en la lista al mismo tiempo que leía el nombre del tipo.
Saúl: “Mario Silva”… me parece que lo he visto antes, pero no recuerdo dónde… no importa, ¡qué tipo más desagradable!
Sebastián: Ay, sí, ya sé…
Ambos se miraron y se dieron cuenta que estaban recargados en la pizarra, hombro con hombro y con los brazos cruzados, enseguida se separaron y caminaron hacia lados diferentes, pero luego de un momento recordaron que tiraron sus mochilas en el estacionamiento y volvieron por ellas. Luego de recogerlas, se marcharon por dónde habían regresado, olvidando que de todas formas iban al mismo sitio…
Tuvieron que pasar algunos minutos para que Sebastián recordara el salón dónde tenía su primera clase. Al llegar al salón se dio cuenta que Saúl se encontraba sentado en el primer banco de la fila más cercana al escritorio y que era el único ahí. Sebastián se sentó en el último banco de la fila que se encontraba junto a la puerta.
Saúl: ¡Oye! ¡El Profe dijo que teníamos que sentarnos juntos!
Sebastián: Pues ven a sentarte aquí, yo no pienso irme a sentar dónde tú quieras, Individuo.
Saúl: Pero a mí me gusta sentarme hasta adelante, para poner más atención… además yo llegué primero que tú y es justo que yo elija dónde sentarnos.
Sebastián se cubrió los oídos.
Sebastián: ¡No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado, soy jabón y me resbalo!
Saúl: ¿“Soy jabón y me resbalo”? Eso ni siquiera tiene sentido…
Sebastián: ¡No oigo, no oigo…!
Saúl: Maldita sea >.<
Mientras Saúl intentaba lidiar con Sebastián, Samuel caminaba por lo pasillos sosteniendo unos auriculares anaranjados con detalles blancos; el joven los miraba con tristeza y cierto regocijo.
Luisana: ¡Konnichiwa!^^
Samuel: ¿Eh? ah, sí… me lo dijiste ayer… hola^^’
Luisana: ¿Le pasa algo a Samuel-san? o.o
Samuel miró los audífonos de nuevo y torció la boca.
Samuel: No…
Luisana: Mmm… Samuel-san y yo pasaremos todo el semestre sentándonos juntos para esta clase así que… creo que debemos tenernos confianza para poder llevarnos bien, de otra forma será imposible.
Samuel: Pues… yo creo que la gente normalmente lo hace al revés… pero tu intención es buena…
Samuel la miró a los ojos y luego volvió a posar la vista en los audífonos. Luisana los miró también y algo dentro de ella la obligó a hablar.
Luisana: ¿Hay algo que pueda hacer por Samuel-san?
Samuel: Este… sí, creo que sí.
Samuel le dio los audífonos.
Samuel: ¿Recuerdas a los chavos de ayer que llegaron tarde?
Luisana asintió con la cabeza mientras reía por lo bajo.
Samuel: Bueno, uno de ellos se llama Sebastián, es el…
Luisana: Conozco a Sebastián-kun, le hablé ayer.
Samuel: Genial, esos son suyos…
Samuel miró los audífonos.
Samuel: Por favor, dáselos, de ti sí los recibirá. Estoy seguro.
Luisana reflexionó un momento, y luego de hacer una teoría personal sobre lo que estaba pasando entre Samuel y Sebastián, sonrió y se sonrojó un poco.
Luisana: ¡Ya voy!
Luisana entró al salón donde encontró a Sebastián y a Saúl sentados en el banco que estaba justo en el centro del aula. Los dos estaban callados, parecían un tanto indignados y muy molestos. Luisana se acercó a Sebastián.
Luisana: Konnichiwa, Sebastián-kun y Saúl-kun
Los dos: ¿Qué onda? ¬¬
Luisana: Traje algo para Sebastián-kun
Luisana le mostró los audífonos, en ese momento, Sebastián se levantó y los tomó con una expresión de asombro y alegría.
Sebastián: ¡Ay! ¡Muchísimas gracias, Ana Luisa!
Luisana: Luisana¬¬
Sebastián: Whatever… ¡Wow! es que hace mucho que quise comprarme unos como estos pero la primera vez que los vi no me llevé la tarjeta y me dio miedo contar el dinero enfrente de todos y además no soy muy bueno con los números… pero después no recordaba dónde los vi y ya no los encontraba… ¡pero son perfectos!
Luisana: Sí, bueno…
Sebastián: ¡Vaya! Así que no todos los frikis son unos imbéciles…
Saúl fingió no haber escuchado eso, seguía mirando al sentido contrario de donde estaban sus compañeros y decidió no tomarle importancia al comentario de Sebastián porque sabía que no había sido una indirecta, el cerebro de Sebastián no daba para tanto y además no tenía el mero sentido de la cortesía.
Sebastián abrazó a Luisana y la besó en la mejilla mientras ella hacía vanos esfuerzos por explicarle quién le había mandado el regalo.
Luisana: ¡Sebastián-kun tiene que escucharme! ¡El regalo se lo mandó…!
Profe: Bueno días, jóvenes. Tomen asiento, por favor.
Sebastián volvió a sentarse y ante la siniestra mirada del profesor Fernando, Luisana hizo lo mismo.
Samuel: ¿Qué pasó?
Luisana: Sebastián-kun aceptó el regalo…
Samuel: ¡Wuju!
Profe: Silencio ¬¬
Samuel: ^^’
Luisana bajó más la voz.
Luisana: … pero no alcancé a decirle que eran de parte de Samuel-san.
Samuel: Lo que me importa es que los tenga, muchas gracias, Luisana.
Samuel sonrió, parecía muy satisfecho consigo mismo y Luisana no pudo evitar sentir ternura.
Profe: Quiero que levante la mano el que traiga un reproductor de música, no importa si es celular, ipod, iphone… basta con que se puedan ver sus canciones.
Todos alzaron la mano.
Profe: Muy bien^^… ya pueden bajarla. Lo que quiero que hagan es que le den sus reproductores a su compañero y…
Sebastián: ¡¿Qué?!
Saúl: ¡No joda!
Profe: ¡¿Ya van a empezar?! ¡Si no les gusta se pueden ir pero nunca vuelvan a mi clase!
Los dos muchachos se cruzaron de brazos nuevamente y se quedaron callados.
Profe: Bueno¬¬ como les decía… se intercambian los reproductores y revisan las canciones de su compañero, tienen 5 minutos…
Todos se intercambiaron sus ipods y celulares y comenzaron a revisar sus listas de reproducción. Saúl y Sebastián habían tardado más que los demás en pasarse sus reproductores pero al hacerlo y comenzar a ver sus canciones, se llevaron una gran sorpresa.
Saúl (pensando): ¡Son casi las mismas!
Sebastián: No puede ser que este Individuo y yo…
Saúl: “Welcome to my life”, “In the end”…
Sebastián: “In the shadows”, “Hot”, “Your love”…
Saúl: “This love”, “Sk8ter boi”, “Girlfriend”…
Sebastián: “All the things she said”, “Accidentally in love”…
Saúl: “Bad romance”… ¿”Bad romance”? o.o
Sebastián: “Seishun kyous…” ¿eh? Ha de ser una de esas cosas chinas de otakus…
Profe: ¿Terminaron? Bien, ahora según a lo que vieron. ¿Quién me podría dar una opinión acerca de su compañero? quiero decir, ¿qué podrían decirme de él o ella?... Haber, usted, joven.
Samuel se sobresaltó un poco, y luego de asegurarse que se refería a él, se puso a pensar en qué decir.
Samuel: Pues… Luisana tiene mucha música japonesa de artistas que ni conozco, así que supongo que le gusta mucho el anime y todo lo que tenga que ver con la cultura japonesa…
El profesor miró a Luisana.
Profe: ¿Se equivoca?
Luisana: …No^^’
Profe: Muy bien, ahora díganos usted algo sobre su compañero.
Luisana: Sí, este… Samuel-san tiene, en su gran mayoría, baladas muy románticas y lo que creo es que tal vez está muy enamorado de alguien o quizá es alguien muy tierno.
Samuel se sonrojó y bajó la mirada mientras simulaba estar muy entretenido con su lápiz.
Profe: Parece que usted tampoco se equivoca. Bueno, vamos a ver… ¿quién más?, ya sé, ustedes¬¬
El profesor miró a Sebastián y Saúl, quienes peleaban por quitarse sus reproductores de música.
Saúl: Eh… bueno…
Sebastián: Pues yo podría decir del Individuo que…
Saúl: ¡Saúl! ¡Soy Saúl! ¿Es tan difícil?
Sebastián: Cállate, Individuo. Estos hablando yo, ¡qué irrespetuoso!
Saúl: ¬¬’
Sebastián: Podría decir, por su música de otakus que contrasta con todo lo demás, que es un friki, además de “poser” y que se hizo así al no poseer gustos propios y ponerse a escuchar lo que la mayoría para poder encajar.
Sebastián miró a Saúl sonriendo satisfecho mientras éste sólo pensaba en tirarle cada uno de sus dientes.
Profe: Bueno, creo que con eso es suficiente…
Saúl: ¡Y yo! Yo podría decir, por las canciones de Lady Gaga, que Sebastián es una de esas locas obvias que gritan a los cuatro vientos su demasiado aparente homosexualidad.
Profe: O_O
Los demás: Tsssss…
Sebastián estaba rojo de ira y tenía ago de vergüenza, ya que sus mejores amigos estaban en el salón. Volteó a mirarlos y entonces sintió otra punzada al verlos juntos y dirigió su mirada hacia Saúl, quien le sonrió de la misma forma en que Sebastián lo había hecho.
Profe: Su-suficiente ._. este… anoten lo que piensan de sus compañeros en una hoja y me la pasan con sus nombres.
Los alumnos comenzaron a hacer lo que el profesor les indicó, todos excepto Sebastián, quien no podía concentrarse después de haber visto a sus mejores amigos de nuevo. Sin quererlo, su mirada volvió a desviarse hacia la pareja, quienes observaban lo que el otro había escrito en su papel y se sonreían mientras sus miradas se encontraban y sus ojos jugaban con los del otro; sus sonrisas se mantenían y sus cabezas se acercaban para que sus labios se demostraran su amor nuevamente. La pequeña punzada que había sentido antes se esparció por todo su cuerpo, haciéndolo estremecerse y querer no ver nada nunca más.
Sebastián: ¿Por qué…?
Saúl: ¿Qué? o.o
Saúl alcanzó a ver unas pequeñas gotas en los ojos de su compañero, quien se pasó rápidamente un brazo para limpiárselos.
Sebastián: Que no entiendo cómo es que me tocó alguien como tú de compañero.
Saúl: Lo mismo me pregunto yo… algo malo debimos haber hecho.
Saúl se levantó y entregó su hoja al profesor junto a otros estudiantes y después de un rato ya todos lo habían hecho. Entonces el profesor se puso de pie y comenzó a caminar frente a todos.
Profe: Alguien me puede decir ¿cuál creen que fue el objetivo de esta actividad?
Ismael alzó la mano, Sebastián se giró a mirarlo pero dejó de hacerlo al ver los ilusionados ojos de Cinthia observando a su novio.
Ismael: Pues era conocer al compañero a través de sus preferencias, ¿no?
Profe: Exactamente, pero si se trataba solo de conocerlo, entonces ¿para qué usar la música?
Nadie respondió y eso pareció ser lo que el profesor esperaba.
Profe: Porque quería que notaran la importancia que tiene el arte en nuestras vidas. Mucha gente supone que es mero entretenimiento, pero es muchísimo más que eso, cuando alguien escribe un libro o un guión, cuando inventan una coreografía o componen una canción; pone una idea, un pensamiento, una parte de él en su obra y todos aquellos cuya personalidad es parecida, quedan maravillados y entonces se vuelve de su preferencia, haciendo que ese pensamiento los represente y de ese modo, algo tan simple como una canción o una lista de reproducción nos pueda decir mucho de la persona que la escucha con agrado.
Mario: ¡Qué mamada! xD
Profe: ¿perdón?
El profesor miró al chico que se encontraba en el rincón de la última hilera, sentado junto a otro muchacho que también reía.
Mario: No, nada, profe^^
El profesor lo ignoró y siguió hablando. Saúl continuó mirando a Mario, quien todavía se burlaba con su compañero y aquello le molestó, ya que a él no le había parecido una “mamada” lo que el profesor había dicho, luego sintió un poco de curiosidad por saber lo que pensaba Sebastián, pero éste parecía seguir sumergido en una pensamiento triste. Saúl volvió a escuchar al profesor.
Profe: …sólo piensen en lo que ustedes se basan cuando conocen a alguien por Internet, ¿qué le preguntan?, “¿Qué música te gusta?”, “¿qué tipo de películas te gustan?”, “¿Comedia, romance, acción o terror?” luego que sabemos eso nos damos una idea de la persona y de si nos va a caer bien o no… pero no se dejen engañar, recuerden que los polos opuestos se atraen y muchas veces es mejor tratar de conocer a alguien un poco distinto a nosotros, porque alguien que sea muy parecido, si no se vuelve nuestro mejor amigo… podría llegar a chocar con nosotros…
Sebastián y Saúl se lanzaron una mirada pero se desviaron al instante.
Profe: Eso es todo, pueden irse… ah, y los que se anotaron para el taller de teatro, las audiciones son a las 12 en el teatro antiguo, ¡no lleguen tarde!
Sebastián y Saúl: ¡Ok!^^… ¬¬
Todos salieron del salón y se fueron a sus respectivas clases. Sebastián y Saúl volvieron a encontrarse en la mayoría de ellas hasta que dieron las 11 y ambos caminaban tratando de ir lo más separados posible por los pasillos, el brazo de Sebastián fue alcanzado por Ismael y esto lo hizo estremecerse por un momento, hasta que Ismael retiró su brazo y sonrió.
Ismael: Te he estado buscando como loco, ¿por qué tanta prisa? recuerda que tú eres actos y nosotros bailarines y tenemos clases diferentes, creo que la de arte es la única que…
Sebastián: Oye, es que quedé de verme con alguien y ya voy tarde…
Ismael: Ok, pero espérate tantito, tengo que decirte algo. Es sobre Cinthia y yo… bueno, ella es mi…
Sebastián: ¡Tengo que irme!
Sebastián salió disparado, no quería, no… no podía, no soportaría escucharlo de su boca, no ahora, no en esos momentos en los que se sentía tan mal, porque al oírlo se derrumbaría y entonces no sabría qué hacer. Todo por esa palabra… “ella es mi novia”. Sebastián se quitó la boina y se revolvió el cabello, tratando de que de esa forma, todos esos pensamientos se marcharan.
Saúl había recibido un mensaje de su mejor amigo, Omar, el cual decía que se reunirían en el parque de la facultad a las 11 en punto. Ambos llegaron al mismo tiempo y se dieron un abrazo, Omar llevaba el cabello un poco más largo que en la preparatoria pero seguía manteniéndose en forma y era igual de guapo.
Omar: Ya, ya, que van a pensar que soy tu novio…
Saúl (pensando): Eso no te hubiera importado antes¬¬
Omar: ¿Cómo te fue hoy?
Saúl: Mejor que ayer, pero acompáñame a buscar el teatro antiguo…
Omar: Espera, es que quiero presentarte a alguien. ¡Estoy seguro que se llevarán de maravilla! ah, míralo, ya viene… ¡hey!
Saúl se giró para ver al amigo de Omar y entonces sintió como si alguien lo hubiese abofeteado de pronto.
Sebastián: ¿Individuo? o.o
Saúl: ¡¿Tú?! ¡¿Éste es tu amigo?!
Sebastián: ¡¿Cuál “éste”, Individuo?! ¬¬
Saúl: ¡Pues tú! >.<
Omar: Veo que ya se conocían^^’
Ambos muchachos se apuntaron y miraron enfurecidos a Omar.
Los dos: ¡¿A él me querías presentar?!
Jorge: ¿Qué le pasa?
Sebastián: Nada, Georgie. Sólo estoy algo cansado^^’
Jorge: Sin ofender, joven, pero usted nació cansado y no anda todos los días así… ni siquiera notó que hoy me puse la boina por mi propia voluntad.
Sebastián: Jeje, es cierto, perdón… ya me voy, nos vemos a la salida…
Jorge: Bueno, pero recuerde que si necesita algo sólo tiene que llamarme. No sólo soy su chofer, sino también su amigo.
Sebastián: Lo sé, Georgie. Gracias^^
Sebastián caminó hacia la facultad, le parecía que todo a su alrededor se desvanecía y lo que había ocurrido el día anterior había sido sólo una horrenda pesadilla que ya había durado lo suficiente… pero no era así. Todo era real y esa realidad era, de todas, la peor pesadilla.
Track #02: “Girlfriend”
Saúl Salziso caminaba hacia la entrada cuando vio la boina anaranjada de Sebastián que sobresalía entre los coches, de pronto sus miradas se cruzaron y ambos se detuvieron sin quitarse la vista de encima. Entonces vieron cómo el director del taller de teatro pegaba una lista en una pizarra de anuncios que se encontraba a unos pasos de la entrada de la facultad. Los dos volvieron a mirarse y soltaron sus mochilas antes de emprender una carrera hasta la pizarra, al llegar a ella comenzaron a empujarse por ser el primero en tomar la pluma que colgaba a un lado de ésta y anotarse.
Sebastián: ¡Suéltala! ¡Yo llegué primero, Individuo!
Saúl: ¡No! ¡Si no me hubiera detenido habría llegado mucho antes que tú!... ¡Y deja de decirme “individuo”! >.<
Una patineta se acercó a ellos rápidamente y los golpeó tan fuerte que los hizo caer al suelo de espaldas.
Chico: A un lado, nenas.
Saúl observó al chico de arriba hacia abajo mientras éste anotaba su nombre en la lista que decía “Taller de Teatro”. Era alto, bien parecido, de complexión atlética, cabello castaño, ojos cafés oscuros y de piel aperlada. Se peinaba hacia atrás y tenía barba de candado, la cual lo hacía parecer un poco más grande de lo que era. Cuando soltó la pluma, Sebastián se apresuró a tomarla.
Chico: No vale la pena que se anoten, no creo que haya un papel para ustedes… a menos que en Dorian Gray salgan mariposas.
Los dos: ._.
Chico: Bye, nenas.
El joven subió a su patineta y avanzó por los pasillos aun vacíos mientras Sebastián se preguntaba si en Dorian Gray salían mariposas y Saúl se anotaba en la lista al mismo tiempo que leía el nombre del tipo.
Saúl: “Mario Silva”… me parece que lo he visto antes, pero no recuerdo dónde… no importa, ¡qué tipo más desagradable!
Sebastián: Ay, sí, ya sé…
Ambos se miraron y se dieron cuenta que estaban recargados en la pizarra, hombro con hombro y con los brazos cruzados, enseguida se separaron y caminaron hacia lados diferentes, pero luego de un momento recordaron que tiraron sus mochilas en el estacionamiento y volvieron por ellas. Luego de recogerlas, se marcharon por dónde habían regresado, olvidando que de todas formas iban al mismo sitio…
Tuvieron que pasar algunos minutos para que Sebastián recordara el salón dónde tenía su primera clase. Al llegar al salón se dio cuenta que Saúl se encontraba sentado en el primer banco de la fila más cercana al escritorio y que era el único ahí. Sebastián se sentó en el último banco de la fila que se encontraba junto a la puerta.
Saúl: ¡Oye! ¡El Profe dijo que teníamos que sentarnos juntos!
Sebastián: Pues ven a sentarte aquí, yo no pienso irme a sentar dónde tú quieras, Individuo.
Saúl: Pero a mí me gusta sentarme hasta adelante, para poner más atención… además yo llegué primero que tú y es justo que yo elija dónde sentarnos.
Sebastián se cubrió los oídos.
Sebastián: ¡No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado, soy jabón y me resbalo!
Saúl: ¿“Soy jabón y me resbalo”? Eso ni siquiera tiene sentido…
Sebastián: ¡No oigo, no oigo…!
Saúl: Maldita sea >.<
Mientras Saúl intentaba lidiar con Sebastián, Samuel caminaba por lo pasillos sosteniendo unos auriculares anaranjados con detalles blancos; el joven los miraba con tristeza y cierto regocijo.
Luisana: ¡Konnichiwa!^^
Samuel: ¿Eh? ah, sí… me lo dijiste ayer… hola^^’
Luisana: ¿Le pasa algo a Samuel-san? o.o
Samuel miró los audífonos de nuevo y torció la boca.
Samuel: No…
Luisana: Mmm… Samuel-san y yo pasaremos todo el semestre sentándonos juntos para esta clase así que… creo que debemos tenernos confianza para poder llevarnos bien, de otra forma será imposible.
Samuel: Pues… yo creo que la gente normalmente lo hace al revés… pero tu intención es buena…
Samuel la miró a los ojos y luego volvió a posar la vista en los audífonos. Luisana los miró también y algo dentro de ella la obligó a hablar.
Luisana: ¿Hay algo que pueda hacer por Samuel-san?
Samuel: Este… sí, creo que sí.
Samuel le dio los audífonos.
Samuel: ¿Recuerdas a los chavos de ayer que llegaron tarde?
Luisana asintió con la cabeza mientras reía por lo bajo.
Samuel: Bueno, uno de ellos se llama Sebastián, es el…
Luisana: Conozco a Sebastián-kun, le hablé ayer.
Samuel: Genial, esos son suyos…
Samuel miró los audífonos.
Samuel: Por favor, dáselos, de ti sí los recibirá. Estoy seguro.
Luisana reflexionó un momento, y luego de hacer una teoría personal sobre lo que estaba pasando entre Samuel y Sebastián, sonrió y se sonrojó un poco.
Luisana: ¡Ya voy!
Luisana entró al salón donde encontró a Sebastián y a Saúl sentados en el banco que estaba justo en el centro del aula. Los dos estaban callados, parecían un tanto indignados y muy molestos. Luisana se acercó a Sebastián.
Luisana: Konnichiwa, Sebastián-kun y Saúl-kun
Los dos: ¿Qué onda? ¬¬
Luisana: Traje algo para Sebastián-kun
Luisana le mostró los audífonos, en ese momento, Sebastián se levantó y los tomó con una expresión de asombro y alegría.
Sebastián: ¡Ay! ¡Muchísimas gracias, Ana Luisa!
Luisana: Luisana¬¬
Sebastián: Whatever… ¡Wow! es que hace mucho que quise comprarme unos como estos pero la primera vez que los vi no me llevé la tarjeta y me dio miedo contar el dinero enfrente de todos y además no soy muy bueno con los números… pero después no recordaba dónde los vi y ya no los encontraba… ¡pero son perfectos!
Luisana: Sí, bueno…
Sebastián: ¡Vaya! Así que no todos los frikis son unos imbéciles…
Saúl fingió no haber escuchado eso, seguía mirando al sentido contrario de donde estaban sus compañeros y decidió no tomarle importancia al comentario de Sebastián porque sabía que no había sido una indirecta, el cerebro de Sebastián no daba para tanto y además no tenía el mero sentido de la cortesía.
Sebastián abrazó a Luisana y la besó en la mejilla mientras ella hacía vanos esfuerzos por explicarle quién le había mandado el regalo.
Luisana: ¡Sebastián-kun tiene que escucharme! ¡El regalo se lo mandó…!
Profe: Bueno días, jóvenes. Tomen asiento, por favor.
Sebastián volvió a sentarse y ante la siniestra mirada del profesor Fernando, Luisana hizo lo mismo.
Samuel: ¿Qué pasó?
Luisana: Sebastián-kun aceptó el regalo…
Samuel: ¡Wuju!
Profe: Silencio ¬¬
Samuel: ^^’
Luisana bajó más la voz.
Luisana: … pero no alcancé a decirle que eran de parte de Samuel-san.
Samuel: Lo que me importa es que los tenga, muchas gracias, Luisana.
Samuel sonrió, parecía muy satisfecho consigo mismo y Luisana no pudo evitar sentir ternura.
Profe: Quiero que levante la mano el que traiga un reproductor de música, no importa si es celular, ipod, iphone… basta con que se puedan ver sus canciones.
Todos alzaron la mano.
Profe: Muy bien^^… ya pueden bajarla. Lo que quiero que hagan es que le den sus reproductores a su compañero y…
Sebastián: ¡¿Qué?!
Saúl: ¡No joda!
Profe: ¡¿Ya van a empezar?! ¡Si no les gusta se pueden ir pero nunca vuelvan a mi clase!
Los dos muchachos se cruzaron de brazos nuevamente y se quedaron callados.
Profe: Bueno¬¬ como les decía… se intercambian los reproductores y revisan las canciones de su compañero, tienen 5 minutos…
Todos se intercambiaron sus ipods y celulares y comenzaron a revisar sus listas de reproducción. Saúl y Sebastián habían tardado más que los demás en pasarse sus reproductores pero al hacerlo y comenzar a ver sus canciones, se llevaron una gran sorpresa.
Saúl (pensando): ¡Son casi las mismas!
Sebastián: No puede ser que este Individuo y yo…
Saúl: “Welcome to my life”, “In the end”…
Sebastián: “In the shadows”, “Hot”, “Your love”…
Saúl: “This love”, “Sk8ter boi”, “Girlfriend”…
Sebastián: “All the things she said”, “Accidentally in love”…
Saúl: “Bad romance”… ¿”Bad romance”? o.o
Sebastián: “Seishun kyous…” ¿eh? Ha de ser una de esas cosas chinas de otakus…
Profe: ¿Terminaron? Bien, ahora según a lo que vieron. ¿Quién me podría dar una opinión acerca de su compañero? quiero decir, ¿qué podrían decirme de él o ella?... Haber, usted, joven.
Samuel se sobresaltó un poco, y luego de asegurarse que se refería a él, se puso a pensar en qué decir.
Samuel: Pues… Luisana tiene mucha música japonesa de artistas que ni conozco, así que supongo que le gusta mucho el anime y todo lo que tenga que ver con la cultura japonesa…
El profesor miró a Luisana.
Profe: ¿Se equivoca?
Luisana: …No^^’
Profe: Muy bien, ahora díganos usted algo sobre su compañero.
Luisana: Sí, este… Samuel-san tiene, en su gran mayoría, baladas muy románticas y lo que creo es que tal vez está muy enamorado de alguien o quizá es alguien muy tierno.
Samuel se sonrojó y bajó la mirada mientras simulaba estar muy entretenido con su lápiz.
Profe: Parece que usted tampoco se equivoca. Bueno, vamos a ver… ¿quién más?, ya sé, ustedes¬¬
El profesor miró a Sebastián y Saúl, quienes peleaban por quitarse sus reproductores de música.
Saúl: Eh… bueno…
Sebastián: Pues yo podría decir del Individuo que…
Saúl: ¡Saúl! ¡Soy Saúl! ¿Es tan difícil?
Sebastián: Cállate, Individuo. Estos hablando yo, ¡qué irrespetuoso!
Saúl: ¬¬’
Sebastián: Podría decir, por su música de otakus que contrasta con todo lo demás, que es un friki, además de “poser” y que se hizo así al no poseer gustos propios y ponerse a escuchar lo que la mayoría para poder encajar.
Sebastián miró a Saúl sonriendo satisfecho mientras éste sólo pensaba en tirarle cada uno de sus dientes.
Profe: Bueno, creo que con eso es suficiente…
Saúl: ¡Y yo! Yo podría decir, por las canciones de Lady Gaga, que Sebastián es una de esas locas obvias que gritan a los cuatro vientos su demasiado aparente homosexualidad.
Profe: O_O
Los demás: Tsssss…
Sebastián estaba rojo de ira y tenía ago de vergüenza, ya que sus mejores amigos estaban en el salón. Volteó a mirarlos y entonces sintió otra punzada al verlos juntos y dirigió su mirada hacia Saúl, quien le sonrió de la misma forma en que Sebastián lo había hecho.
Profe: Su-suficiente ._. este… anoten lo que piensan de sus compañeros en una hoja y me la pasan con sus nombres.
Los alumnos comenzaron a hacer lo que el profesor les indicó, todos excepto Sebastián, quien no podía concentrarse después de haber visto a sus mejores amigos de nuevo. Sin quererlo, su mirada volvió a desviarse hacia la pareja, quienes observaban lo que el otro había escrito en su papel y se sonreían mientras sus miradas se encontraban y sus ojos jugaban con los del otro; sus sonrisas se mantenían y sus cabezas se acercaban para que sus labios se demostraran su amor nuevamente. La pequeña punzada que había sentido antes se esparció por todo su cuerpo, haciéndolo estremecerse y querer no ver nada nunca más.
Sebastián: ¿Por qué…?
Saúl: ¿Qué? o.o
Saúl alcanzó a ver unas pequeñas gotas en los ojos de su compañero, quien se pasó rápidamente un brazo para limpiárselos.
Sebastián: Que no entiendo cómo es que me tocó alguien como tú de compañero.
Saúl: Lo mismo me pregunto yo… algo malo debimos haber hecho.
Saúl se levantó y entregó su hoja al profesor junto a otros estudiantes y después de un rato ya todos lo habían hecho. Entonces el profesor se puso de pie y comenzó a caminar frente a todos.
Profe: Alguien me puede decir ¿cuál creen que fue el objetivo de esta actividad?
Ismael alzó la mano, Sebastián se giró a mirarlo pero dejó de hacerlo al ver los ilusionados ojos de Cinthia observando a su novio.
Ismael: Pues era conocer al compañero a través de sus preferencias, ¿no?
Profe: Exactamente, pero si se trataba solo de conocerlo, entonces ¿para qué usar la música?
Nadie respondió y eso pareció ser lo que el profesor esperaba.
Profe: Porque quería que notaran la importancia que tiene el arte en nuestras vidas. Mucha gente supone que es mero entretenimiento, pero es muchísimo más que eso, cuando alguien escribe un libro o un guión, cuando inventan una coreografía o componen una canción; pone una idea, un pensamiento, una parte de él en su obra y todos aquellos cuya personalidad es parecida, quedan maravillados y entonces se vuelve de su preferencia, haciendo que ese pensamiento los represente y de ese modo, algo tan simple como una canción o una lista de reproducción nos pueda decir mucho de la persona que la escucha con agrado.
Mario: ¡Qué mamada! xD
Profe: ¿perdón?
El profesor miró al chico que se encontraba en el rincón de la última hilera, sentado junto a otro muchacho que también reía.
Mario: No, nada, profe^^
El profesor lo ignoró y siguió hablando. Saúl continuó mirando a Mario, quien todavía se burlaba con su compañero y aquello le molestó, ya que a él no le había parecido una “mamada” lo que el profesor había dicho, luego sintió un poco de curiosidad por saber lo que pensaba Sebastián, pero éste parecía seguir sumergido en una pensamiento triste. Saúl volvió a escuchar al profesor.
Profe: …sólo piensen en lo que ustedes se basan cuando conocen a alguien por Internet, ¿qué le preguntan?, “¿Qué música te gusta?”, “¿qué tipo de películas te gustan?”, “¿Comedia, romance, acción o terror?” luego que sabemos eso nos damos una idea de la persona y de si nos va a caer bien o no… pero no se dejen engañar, recuerden que los polos opuestos se atraen y muchas veces es mejor tratar de conocer a alguien un poco distinto a nosotros, porque alguien que sea muy parecido, si no se vuelve nuestro mejor amigo… podría llegar a chocar con nosotros…
Sebastián y Saúl se lanzaron una mirada pero se desviaron al instante.
Profe: Eso es todo, pueden irse… ah, y los que se anotaron para el taller de teatro, las audiciones son a las 12 en el teatro antiguo, ¡no lleguen tarde!
Sebastián y Saúl: ¡Ok!^^… ¬¬
Todos salieron del salón y se fueron a sus respectivas clases. Sebastián y Saúl volvieron a encontrarse en la mayoría de ellas hasta que dieron las 11 y ambos caminaban tratando de ir lo más separados posible por los pasillos, el brazo de Sebastián fue alcanzado por Ismael y esto lo hizo estremecerse por un momento, hasta que Ismael retiró su brazo y sonrió.
Ismael: Te he estado buscando como loco, ¿por qué tanta prisa? recuerda que tú eres actos y nosotros bailarines y tenemos clases diferentes, creo que la de arte es la única que…
Sebastián: Oye, es que quedé de verme con alguien y ya voy tarde…
Ismael: Ok, pero espérate tantito, tengo que decirte algo. Es sobre Cinthia y yo… bueno, ella es mi…
Sebastián: ¡Tengo que irme!
Sebastián salió disparado, no quería, no… no podía, no soportaría escucharlo de su boca, no ahora, no en esos momentos en los que se sentía tan mal, porque al oírlo se derrumbaría y entonces no sabría qué hacer. Todo por esa palabra… “ella es mi novia”. Sebastián se quitó la boina y se revolvió el cabello, tratando de que de esa forma, todos esos pensamientos se marcharan.
Saúl había recibido un mensaje de su mejor amigo, Omar, el cual decía que se reunirían en el parque de la facultad a las 11 en punto. Ambos llegaron al mismo tiempo y se dieron un abrazo, Omar llevaba el cabello un poco más largo que en la preparatoria pero seguía manteniéndose en forma y era igual de guapo.
Omar: Ya, ya, que van a pensar que soy tu novio…
Saúl (pensando): Eso no te hubiera importado antes¬¬
Omar: ¿Cómo te fue hoy?
Saúl: Mejor que ayer, pero acompáñame a buscar el teatro antiguo…
Omar: Espera, es que quiero presentarte a alguien. ¡Estoy seguro que se llevarán de maravilla! ah, míralo, ya viene… ¡hey!
Saúl se giró para ver al amigo de Omar y entonces sintió como si alguien lo hubiese abofeteado de pronto.
Sebastián: ¿Individuo? o.o
Saúl: ¡¿Tú?! ¡¿Éste es tu amigo?!
Sebastián: ¡¿Cuál “éste”, Individuo?! ¬¬
Saúl: ¡Pues tú! >.<
Omar: Veo que ya se conocían^^’
Ambos muchachos se apuntaron y miraron enfurecidos a Omar.
Los dos: ¡¿A él me querías presentar?!
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