El problema del Mal Ep.1 Cap. #4
2 participantes
Página 1 de 1.
El problema del Mal Ep.1 Cap. #4
Nora bostezó y una llamarada se acercó a Carla, a quien se le estaban llenado los ojos de lágrimas y de pronto, sintió una ira como nunca antes, que le quemaba el cuerpo desde dentro, eso fue lo último que sintió antes que la llamarada se detuviera lanzada por el fuerte viento que emanaba Carla, un par de alas habían aparecido en su espalda de nuevo, una era de color blanco y la otra, negra. Bajo sus pies apareció una estrella de 5 picos boca abajo, la cual tenía la cabeza de un chivo en el centro, sus orejas ocupaban las puntas de los lados y los cuernos, las superiores. Los ojos de Carla cambiaron, ambos se volvieron color rojo y sus alas se volvieron totalmente negras.
Carla sentía una rabia incontenible que recorría todo su cuerpo, hasta esas enormes alas negras que revoloteaban en su espalda. Quería desquitarse, destruir todo lo que estaba a su paso, reducirlo todo a cenizas y cuando estuvo a punto de hacerlo, cuando se decidió a dar rienda suelta a todos esos sentimientos… se desvanecieron. Ya no sentía rabia, ahora quería divertirse, tenía ganas de jugar, de entretenerse con algo de una manera enfermiza y despiadada, tenía ganas de sonreír y así lo hizo. Por su boca se asomaron 2 grandes colmillos y su sonrisa, según se dio cuenta Pilar, no era la misma de siempre. Pilar dio un paso atrás, Paco seguía mirando boquiabierto, Beto se mantenía firme en su lugar; Envidia seguía tirado en la fuente, estaba comenzando a temblar y Pereza se dio cuenta de que estaba en peligro…
Capítulo #4: “El otro Divino”
Fue entonces cuando dio media vuelta y trató de huir, pero Carla voló a su lado en un parpadeo, Pereza la miró fijamente girando su cabeza hacia la derecha, Carla aun sonreía y su sonrisa era más tenebrosa teniéndola así de cerca. Luego, de Carla salió una voz horrenda, era como si dos personas hablasen al mismo tiempo, ella y alguien más, una voz gruesa y malévola.
Carla: ¿A dónde vas?
Carla tomó a Pereza del cuello y se elevó un poco en el aire, luego la azotó en el suelo y se dejó caer encima de ella una y otra vez, hasta que Pereza pudo esquivar el golpe, estaba un poco asustada, pero aun así logró formar una llamarada de fuego y la lanzó a Carla, quien se la tragó.
Nora: ¡¿Cómo chingados…?!
Carla encajó las uñas de su mano izquierda en el abdomen de Pereza, la arrojó en el aire y le dio un puñetazo en la cara, el cual la aventó hasta una pared que se agrietó ante el golpe, Pereza cayó al suelo con la mejilla cortada y sangrando. Carla avanzó volando de nuevo y volvió a llevársela, ahora tomándola del cabello, Pereza lanzó un grito que seguramente se escuchó en todo el reino, luego su cara fue estrellada contra el muro de una casa hasta abrirle un hoyo a esta, la nariz de Nora estaba ladeada, sus labios sangraban sin control, las mejillas se le habían hinchado y tenía restos de cemento pegados en la frente y en la barbilla.
Carla: ¿Te gusta jugar con fuego, eh, perra?
Carla volteó la cara de Pereza hacia su boca y le lanzó la misma llamarada con que la había atacado. Nora lanzó otro grito mientras su cabeza se incendiaba. Carla la soltó burlándose y ella corrió hacia donde recordaba que se encontraba la fuente, donde ya no había nadie. Pilar se había cubierto la cara con las manos y temblaba, Paco y Beto estaban como petrificados y Pereza se tropezó antes de llegar a la fuente, rodó en el piso por unos instantes y se quedó ahí. Pero Carla aun veía su pecho moverse, sabía que seguía viva pero al verla ahí, con la cara ardiéndole, imaginó a su esposo incendiándose y la euforia que había estado sintiendo se fue apagando. La vista se le nublaba y todo se volvió oscuro. Las alas se fueron y Carla se desmayó.
Cuando despertó estaba en una habitación grande, la cama en la que se encontraba era muy cómoda, de los muros colgaban distintos cuadros que iban mostrando el viacrusis, había otros muebles viejos y al fondo estaba la puerta. Carla recordaba haberse despertado al escuchar una risa muy enérgica y que parecía nunca terminar, se levantó y salió de la habitación, el suelo estaba cubierto por una alfombra morada larguísima que recorría el pasillo, la siguió hasta llegar a una puerta dorada que tenía una flor de loto parecida a la que vio en la entrada del reino, sólo que esta era morada. Junto a la puerta había una ventana, Carla se asomó y vio el reino completo, con todas las casitas y la fuente cerca de la entrada, donde no había nadie, entonces Carla se dio cuenta de que estaba en el castillo. De adentro se escuchó la misma risa. Carla abrió la puerta y encontró que la alfombra seguía por en medio de esa habitación enorme hasta pequeños escalones que guiaban a una plataforma donde había una silla grande, en ella estaba sentada una mujer con un largo vestido pomposo color morado que sostenía un cigarrillo en su mano derecha, el cual esparcía un olor extraño en la habitación.
Viri: Ay, mírenla, ya se despertó^^
Paco: Cómo no se iba a despertar con tus aullidos¬¬
Viri: Cuáles pinches aullidos, pinche cachichi hediondo?!... Sin ofender, Paquito^^
Carla: ¿Quién es usted?
Viri: Ah, perdón por no saludarte pero este pendejo me saca de mis casillas… yo soy Viridiana, la mandataria del Reino del Loto
Carla: Mandataria… como lo es ese tal Alonso Machuca del Reino del Jazmín?
Beto: …Sí, cada reino tiene a su líder, ellos son los encargados de proteger el poder que se encuentra oculto en cada reino.
Pilar también estaba ahí, Carla se percató de que la miraba extraño y con algo de temor y le parecía que quería decirle algo.
Pilar: ¿Cómo dormiste?
Carla: Bien… aunque no logro recordar que fue lo que sucedió
Viri: Menos mal, pero no es momento de hablar de eso, sólo estábamos esperándote para decirles lo que tienen que hacer para que les entregue el poder.
Carla: Tenemos que hacer algo?
Viri: Claro, no puedo fiarme de que ustedes sean los verdaderos Divinos a menos que logren cumplir con ciertos requisitos
Paco: Pero no has visto que libramos tu reino de esos dos?
Viri: Sí y se los agradezco, pero hay muchas cosas de las que podría dudar…
Viri lanzó una mirada sospechosa a Carla, quien no entendió nada.
Viri: …y háblame de “usted” que ya no eres un mandatario.
Paco apretó los puños y miró hacia otra parte.
Viri: Verán, en este reino se encuentra uno de sus acompañantes, si es que de verdad ustedes son los auténticos Divinos
Paco: Lo somos!
Viri: Entonces, tendrán que traerlo aquí… sano y salvo.
Carla: ¿Cómo que sano y salvo?
Viri: Ha sido secuestrado… por un demonio.
Beto: ¡¿Cómo…?!
Viri: Al parecer los de “allá abajo” se han dado cuenta
Carla: Cuenta de qué?
Viri: De su viaje…
Pilar: “Allá abajo”, te refieres a…
Viri: Al infierno, sí.
Carla, Paco y Pilar sintieron escalofríos. Beto parecía molesto.
Beto: ¿A dónde se lo llevaron?
Viri: Lo mandé al volcán apagado del reino, se encuentra hacia el sur… fue ahí donde lo interceptaron.
Paco: Y a qué lo mandaste allá?!
Viri: Ahí estaba oculto el primero de los poderes, yo no puedo salir de aquí hasta que los Divinos no se hayan llevado el poder.
Beto: Pudiste esperar a que llegáramos, nosotros mismo iríamos por él!
Viri: Pero él también tendía que pasar la prueba… lo siento, no ha sido mi decisión.
Paco: Vaya que eres estúpida!
Viri soltó una carcajada.
Viri: Váyanse antes de que me moleste.
Los Divinos y Pilar salieron del castillo y al recorrer las calles recibieron las miradas de todas las personas, quienes se susurraban al verlos. Carla estaba tan sorprendida como todas ellas, al ver la ropa tan antigua que usaban y no ver ni un solo rastro de tecnología.
Carla: Estas personas…?
Beto: Saben quiénes somos y a qué venimos, saben que afuera hay más de lo que ellos tienen aquí pero saben que deben quedarse aquí, no podríamos permitir que todo el mundo supiese lo que ocurre…
Pilar: Pero cómo llegaron aquí?
Beto: Has escuchado sobre el purgatorio?
Pilar: Sí
Beto: Pues en realidad no existe pero, los niños que pierden la vida de recién nacidos por una causa provocada por los humanos, son resucitados en estos reinos, teniendo conocimiento de nosotros y ellos lo respetan porque saben que es una segunda y última oportunidad de disfrutar de la vida. Aunque las personas que viven aquí tienen a sus propios hijos…
Pilar: Y los que resucitan aparecen de la nada?
Beto: No, nacen como hijos de estos y como todo el mundo se cuenta entre si lo del poder que oculta este reino y la misión de los divinos pues ya es muy difícil saber quién fue resucitado y quien no…
Carla: Pensé que nada podría traer los muertos a la vida
Paco: Estamos hablando de algo superior a nuestro entendimiento, Carla. Además fue culpa de los mortales que esos bebés hayan muerto, aun no era su hora.
Carla: Pero no se supone que Dios lo sabe todo… por qué no lo evitó? Por qué permitió que eso ocurriera?
Paco: … Jamás lo entenderemos.
Carla se quedó inconforme con la respuesta pero siguió caminando. Los Divinos fueron hacia el sur, tal como les había dicho Viri, tuvieron que cruzar un bosque de grandes árboles y subir una colina, después de eso pudieron ver el volcán, pero el camino hacia éste parecía muy largo y cansado, Carla apenas cayó en la cuenta de que ya había amanecido.
Carla: No puede ser… ya ha pasado 1 día y nos tomará mucho llegar hasta el volcán, desperdiciaremos mucho tiempo!
Paco: Podríamos ir volando
Beto: Yo no puedo, Carla aun no controla bien sus poderes, no podrás llevarnos volando a todos
Carla comenzó a temblar y Pilar se acercó a ella, abrazándola.
Pilar: Ya… vas a ver que podremos recuperarlas.
Carla: Pilar… lo extraño mucho, yo… yo no recuerdo… cuando fue la última vez que nos besamos…
Pilar: Ya, tranquila.
Fue el momento en el que Carla se dio cuenta que Pilar las había acompañado hasta allá, exponiéndose al peligro.
Carla: Debiste quedarte en el castillo!
Pilar: No me iba a quedar ahí sola con esa vieja loca y aparentemente drogadicta¬¬
Paco: Miren eso!
Todos voltearon a ver una meseta rocosa que tenía un hoyo en el centro de la cual salía una especie de luz rojiza que se atenuaba. Todos se acercaron, Carla y Pilar se quedaron un poco atrás y Beto se asomó.
Beto: Es un camino subterráneo
Paco examinó las marcas del hoyo.
Paco: Es muy fino, definitivamente no se hizo a mano.
Pilar: Cómo estás tan seguro?
Paco: Soy actuario (H)
Pilar: ¬¬
Beto: Puede ser una forma más rápida de llegar al volcán, de seguro esto lo hizo el demonio.
Carla: Pero por qué hacer esto y no mejor irse volando?
Beto: Algún inconveniente como los que nosotros tuvimos
Paco: Pues yo digo que entre…AAAAAAAAHHHHH!!!
Paco había caído por el hoyo y pronto su cuerpo estaba tan rojo como la luz que emitía éste.
Pilar: Ups… puedes ver algo, Paco?!
El grito de Paco siguió escuchándose pero luego se alejó hasta ser inaudible.
Beto: No queda de otra más que seguirlo.
Beto se dejó caer, Carla le siguió y al último fue Pilar. El camino era una especie de tobogán, se deslizaban por rocas bien talladas que no los raspaban y los dejaban avanzar rápidamente, todos gritaban, Carla había cerrado los ojos y los abrió al sentir mucho calor. Entonces vio un gran agujero por donde los tres cayeron para aterrizar en una plataforma rocosa, había un gran espacio vacío, las paredes eran todas de roca y al alzar la vista Carla vio un círculo que dejaba ver un trozo del cielo.
Carla: Estamos dentro del volcán…
Carla se acercó a la orilla sin levantarse y vio un mar de lava debajo de ella.
Abaddona: Los Divinos…
Beto: Abaddona!
Carla se levantó, vio a Pilar tirada, dando vueltas lentamente y sudando, Paco y Beto estaban de pie, mirando al ser que estaba frente a ellos, era una especie de hombre… aunque su piel era de color gris, tenía ojeras, colmillos grandes y afilados, sus ojos eran rojos, no tenía cabello, era bastante delgado y sólo estaba cubierto por una especie de taparrabos, tenía unas alas negras, pero no eran frondosas como las de Carla, más bien se veían débiles y escuálidas. Junto a él había un chico de unos 17 años vestido totalmente de negro, parecía estar asustado y estaba siendo rodeado por una manta blanca muy sucia, Carla se sentía algo incómoda por el calor pero le parecía que para Pilar era realmente insoportable.
Beto: Devuélvenos al chico…
Abaddona: No… antes tengo que decirles algo importante, no lo crees?
Beto: No! No caeremos en las mentiras de tu amo!
Abaddona: …
Beto formó el hexagrama debajo del demonio y éste lo esquivó rápidamente, Beto intentó con bolas de fuego las cuales también fueron esquivadas y entonces intentó sus ataques al mismo tiempo y el demonio no pudo salvarse. Cayó al suelo y Beto se acercó a él.
Abaddona: ¡Basta!
El demonio se paró y le dio un puñetazo a Beto que lo hizo acercarse a la orilla. Se acercó rápido a Carla quien se hizo para atrás volteando luego a ver el vacío detrás de ella.
Abaddona: Es sobre tus hijas, tienes que escucharme!
Un brazo cubierto de fuego quemó la mejilla del demonio y este ahogó un grito y se hizo para atrás.
RAGASKA: Esperen!
El demonio dio unas fuertes patadas en el pecho de Beto y éste estuvo a punto de caer de la plataforma cuando Paco lo tomó de la mano y el cuerpo de Beto se quedó colgando en el aire.
Paco: Aguanta…
Beto: No saques tus alas, podrían quemarse!!!
Pero Paco no lo escuchó, un par de alas blancas, hermosas y en un gran contraste con las del demonio, salieron de su espalda. Paco se elevó lentamente, aun sujetando a Beto y Carla vio como algunas plumas se ennegrecían y disminuían su tamaño, consumidas por un leve fuego, pero Paco siguió elevándose hasta que Beto puso los pies en la plataforma, entones se dejó caer sobre esta, ocultando sus alas de nuevo.
Abaddona: Idiota!!!
El demonio lanzó un potente rayo que salió de su mano, pero entonces, la capa que poseía el chico brilló y apareció alrededor de Paco, el rayo rebotó en ella y fue regresado a su origen, el demonio salió disparado por su propio poder y cayó de la plataforma, intentó mover sus alas, en un vano intento por volar pero estas no lo soportaron y cayó a la lava, pegando un fuerte grito.
RAGASKA: …Pero si ni siquiera me había hecho daño
Beto: Pero lo haría
Carla: Dijo que tenía algo que decirme!
Beto: Escúchenme bien todos, por nada del mundo, por nada, podemos creer en lo que un demonio nos diga, entendieron? Ellos sólo tratarán de confundirnos, es así como atacan. Así que no confíen en ellos.
Paco: Y esto qué es?
El chico se tiró al suelo y comenzó a sudar mucho.
RAGASKA: Es lo que la Reina me mandó a buscar… es el poder oculto del Reino del Loto.
Beto: Paco, ponle la manta a Pilar.
Paco cubrió a Pilar con ella y pronto, ella comenzó a despertar y se levantó.
Pilar: ¿Qué es esto?
Beto: No te la quites
El chico seguía en el suelo, estaba justo como Pilar antes de que pusieran la manta sobre ella.
Beto cerró los ojos y bajo los pies del joven apareció el hexagrama. El chico estaba en trance y se elevó un poco en el aire,un par de grandes alas blancas aparecieron en su espalda, luego volvió a la tierra y el hexagrama desapareció al mismo tiempo que abrió los ojos.
RAGASKA: ¿qué ocurrió?
Beto: He liberado tus poderes que estaban sellados, ahora podrás soportar el calor un poco más, así como nosotros.
Paco: ¿Cuál es tu nombre?
RAGASKA: Ricardo Alfonso Gustavo Alberto Said Kislev Árbol…
Todos: =S
RAGASKA: Pero llámenme simplemente RAGASKA…
Pilar: Ne, para mi eres… “Mono”!
RAGASKA: Y eso?
Pilar: No sé, tienes cara de Mono o.o
Todos rieron y Carla observó a aquel chico que de ahora en adelante los acompañaría, ya lo habían encontrado… al otro divino…
Carla sentía una rabia incontenible que recorría todo su cuerpo, hasta esas enormes alas negras que revoloteaban en su espalda. Quería desquitarse, destruir todo lo que estaba a su paso, reducirlo todo a cenizas y cuando estuvo a punto de hacerlo, cuando se decidió a dar rienda suelta a todos esos sentimientos… se desvanecieron. Ya no sentía rabia, ahora quería divertirse, tenía ganas de jugar, de entretenerse con algo de una manera enfermiza y despiadada, tenía ganas de sonreír y así lo hizo. Por su boca se asomaron 2 grandes colmillos y su sonrisa, según se dio cuenta Pilar, no era la misma de siempre. Pilar dio un paso atrás, Paco seguía mirando boquiabierto, Beto se mantenía firme en su lugar; Envidia seguía tirado en la fuente, estaba comenzando a temblar y Pereza se dio cuenta de que estaba en peligro…
Capítulo #4: “El otro Divino”
Fue entonces cuando dio media vuelta y trató de huir, pero Carla voló a su lado en un parpadeo, Pereza la miró fijamente girando su cabeza hacia la derecha, Carla aun sonreía y su sonrisa era más tenebrosa teniéndola así de cerca. Luego, de Carla salió una voz horrenda, era como si dos personas hablasen al mismo tiempo, ella y alguien más, una voz gruesa y malévola.
Carla: ¿A dónde vas?
Carla tomó a Pereza del cuello y se elevó un poco en el aire, luego la azotó en el suelo y se dejó caer encima de ella una y otra vez, hasta que Pereza pudo esquivar el golpe, estaba un poco asustada, pero aun así logró formar una llamarada de fuego y la lanzó a Carla, quien se la tragó.
Nora: ¡¿Cómo chingados…?!
Carla encajó las uñas de su mano izquierda en el abdomen de Pereza, la arrojó en el aire y le dio un puñetazo en la cara, el cual la aventó hasta una pared que se agrietó ante el golpe, Pereza cayó al suelo con la mejilla cortada y sangrando. Carla avanzó volando de nuevo y volvió a llevársela, ahora tomándola del cabello, Pereza lanzó un grito que seguramente se escuchó en todo el reino, luego su cara fue estrellada contra el muro de una casa hasta abrirle un hoyo a esta, la nariz de Nora estaba ladeada, sus labios sangraban sin control, las mejillas se le habían hinchado y tenía restos de cemento pegados en la frente y en la barbilla.
Carla: ¿Te gusta jugar con fuego, eh, perra?
Carla volteó la cara de Pereza hacia su boca y le lanzó la misma llamarada con que la había atacado. Nora lanzó otro grito mientras su cabeza se incendiaba. Carla la soltó burlándose y ella corrió hacia donde recordaba que se encontraba la fuente, donde ya no había nadie. Pilar se había cubierto la cara con las manos y temblaba, Paco y Beto estaban como petrificados y Pereza se tropezó antes de llegar a la fuente, rodó en el piso por unos instantes y se quedó ahí. Pero Carla aun veía su pecho moverse, sabía que seguía viva pero al verla ahí, con la cara ardiéndole, imaginó a su esposo incendiándose y la euforia que había estado sintiendo se fue apagando. La vista se le nublaba y todo se volvió oscuro. Las alas se fueron y Carla se desmayó.
Cuando despertó estaba en una habitación grande, la cama en la que se encontraba era muy cómoda, de los muros colgaban distintos cuadros que iban mostrando el viacrusis, había otros muebles viejos y al fondo estaba la puerta. Carla recordaba haberse despertado al escuchar una risa muy enérgica y que parecía nunca terminar, se levantó y salió de la habitación, el suelo estaba cubierto por una alfombra morada larguísima que recorría el pasillo, la siguió hasta llegar a una puerta dorada que tenía una flor de loto parecida a la que vio en la entrada del reino, sólo que esta era morada. Junto a la puerta había una ventana, Carla se asomó y vio el reino completo, con todas las casitas y la fuente cerca de la entrada, donde no había nadie, entonces Carla se dio cuenta de que estaba en el castillo. De adentro se escuchó la misma risa. Carla abrió la puerta y encontró que la alfombra seguía por en medio de esa habitación enorme hasta pequeños escalones que guiaban a una plataforma donde había una silla grande, en ella estaba sentada una mujer con un largo vestido pomposo color morado que sostenía un cigarrillo en su mano derecha, el cual esparcía un olor extraño en la habitación.
Viri: Ay, mírenla, ya se despertó^^
Paco: Cómo no se iba a despertar con tus aullidos¬¬
Viri: Cuáles pinches aullidos, pinche cachichi hediondo?!... Sin ofender, Paquito^^
Carla: ¿Quién es usted?
Viri: Ah, perdón por no saludarte pero este pendejo me saca de mis casillas… yo soy Viridiana, la mandataria del Reino del Loto
Carla: Mandataria… como lo es ese tal Alonso Machuca del Reino del Jazmín?
Beto: …Sí, cada reino tiene a su líder, ellos son los encargados de proteger el poder que se encuentra oculto en cada reino.
Pilar también estaba ahí, Carla se percató de que la miraba extraño y con algo de temor y le parecía que quería decirle algo.
Pilar: ¿Cómo dormiste?
Carla: Bien… aunque no logro recordar que fue lo que sucedió
Viri: Menos mal, pero no es momento de hablar de eso, sólo estábamos esperándote para decirles lo que tienen que hacer para que les entregue el poder.
Carla: Tenemos que hacer algo?
Viri: Claro, no puedo fiarme de que ustedes sean los verdaderos Divinos a menos que logren cumplir con ciertos requisitos
Paco: Pero no has visto que libramos tu reino de esos dos?
Viri: Sí y se los agradezco, pero hay muchas cosas de las que podría dudar…
Viri lanzó una mirada sospechosa a Carla, quien no entendió nada.
Viri: …y háblame de “usted” que ya no eres un mandatario.
Paco apretó los puños y miró hacia otra parte.
Viri: Verán, en este reino se encuentra uno de sus acompañantes, si es que de verdad ustedes son los auténticos Divinos
Paco: Lo somos!
Viri: Entonces, tendrán que traerlo aquí… sano y salvo.
Carla: ¿Cómo que sano y salvo?
Viri: Ha sido secuestrado… por un demonio.
Beto: ¡¿Cómo…?!
Viri: Al parecer los de “allá abajo” se han dado cuenta
Carla: Cuenta de qué?
Viri: De su viaje…
Pilar: “Allá abajo”, te refieres a…
Viri: Al infierno, sí.
Carla, Paco y Pilar sintieron escalofríos. Beto parecía molesto.
Beto: ¿A dónde se lo llevaron?
Viri: Lo mandé al volcán apagado del reino, se encuentra hacia el sur… fue ahí donde lo interceptaron.
Paco: Y a qué lo mandaste allá?!
Viri: Ahí estaba oculto el primero de los poderes, yo no puedo salir de aquí hasta que los Divinos no se hayan llevado el poder.
Beto: Pudiste esperar a que llegáramos, nosotros mismo iríamos por él!
Viri: Pero él también tendía que pasar la prueba… lo siento, no ha sido mi decisión.
Paco: Vaya que eres estúpida!
Viri soltó una carcajada.
Viri: Váyanse antes de que me moleste.
Los Divinos y Pilar salieron del castillo y al recorrer las calles recibieron las miradas de todas las personas, quienes se susurraban al verlos. Carla estaba tan sorprendida como todas ellas, al ver la ropa tan antigua que usaban y no ver ni un solo rastro de tecnología.
Carla: Estas personas…?
Beto: Saben quiénes somos y a qué venimos, saben que afuera hay más de lo que ellos tienen aquí pero saben que deben quedarse aquí, no podríamos permitir que todo el mundo supiese lo que ocurre…
Pilar: Pero cómo llegaron aquí?
Beto: Has escuchado sobre el purgatorio?
Pilar: Sí
Beto: Pues en realidad no existe pero, los niños que pierden la vida de recién nacidos por una causa provocada por los humanos, son resucitados en estos reinos, teniendo conocimiento de nosotros y ellos lo respetan porque saben que es una segunda y última oportunidad de disfrutar de la vida. Aunque las personas que viven aquí tienen a sus propios hijos…
Pilar: Y los que resucitan aparecen de la nada?
Beto: No, nacen como hijos de estos y como todo el mundo se cuenta entre si lo del poder que oculta este reino y la misión de los divinos pues ya es muy difícil saber quién fue resucitado y quien no…
Carla: Pensé que nada podría traer los muertos a la vida
Paco: Estamos hablando de algo superior a nuestro entendimiento, Carla. Además fue culpa de los mortales que esos bebés hayan muerto, aun no era su hora.
Carla: Pero no se supone que Dios lo sabe todo… por qué no lo evitó? Por qué permitió que eso ocurriera?
Paco: … Jamás lo entenderemos.
Carla se quedó inconforme con la respuesta pero siguió caminando. Los Divinos fueron hacia el sur, tal como les había dicho Viri, tuvieron que cruzar un bosque de grandes árboles y subir una colina, después de eso pudieron ver el volcán, pero el camino hacia éste parecía muy largo y cansado, Carla apenas cayó en la cuenta de que ya había amanecido.
Carla: No puede ser… ya ha pasado 1 día y nos tomará mucho llegar hasta el volcán, desperdiciaremos mucho tiempo!
Paco: Podríamos ir volando
Beto: Yo no puedo, Carla aun no controla bien sus poderes, no podrás llevarnos volando a todos
Carla comenzó a temblar y Pilar se acercó a ella, abrazándola.
Pilar: Ya… vas a ver que podremos recuperarlas.
Carla: Pilar… lo extraño mucho, yo… yo no recuerdo… cuando fue la última vez que nos besamos…
Pilar: Ya, tranquila.
Fue el momento en el que Carla se dio cuenta que Pilar las había acompañado hasta allá, exponiéndose al peligro.
Carla: Debiste quedarte en el castillo!
Pilar: No me iba a quedar ahí sola con esa vieja loca y aparentemente drogadicta¬¬
Paco: Miren eso!
Todos voltearon a ver una meseta rocosa que tenía un hoyo en el centro de la cual salía una especie de luz rojiza que se atenuaba. Todos se acercaron, Carla y Pilar se quedaron un poco atrás y Beto se asomó.
Beto: Es un camino subterráneo
Paco examinó las marcas del hoyo.
Paco: Es muy fino, definitivamente no se hizo a mano.
Pilar: Cómo estás tan seguro?
Paco: Soy actuario (H)
Pilar: ¬¬
Beto: Puede ser una forma más rápida de llegar al volcán, de seguro esto lo hizo el demonio.
Carla: Pero por qué hacer esto y no mejor irse volando?
Beto: Algún inconveniente como los que nosotros tuvimos
Paco: Pues yo digo que entre…AAAAAAAAHHHHH!!!
Paco había caído por el hoyo y pronto su cuerpo estaba tan rojo como la luz que emitía éste.
Pilar: Ups… puedes ver algo, Paco?!
El grito de Paco siguió escuchándose pero luego se alejó hasta ser inaudible.
Beto: No queda de otra más que seguirlo.
Beto se dejó caer, Carla le siguió y al último fue Pilar. El camino era una especie de tobogán, se deslizaban por rocas bien talladas que no los raspaban y los dejaban avanzar rápidamente, todos gritaban, Carla había cerrado los ojos y los abrió al sentir mucho calor. Entonces vio un gran agujero por donde los tres cayeron para aterrizar en una plataforma rocosa, había un gran espacio vacío, las paredes eran todas de roca y al alzar la vista Carla vio un círculo que dejaba ver un trozo del cielo.
Carla: Estamos dentro del volcán…
Carla se acercó a la orilla sin levantarse y vio un mar de lava debajo de ella.
Abaddona: Los Divinos…
Beto: Abaddona!
Carla se levantó, vio a Pilar tirada, dando vueltas lentamente y sudando, Paco y Beto estaban de pie, mirando al ser que estaba frente a ellos, era una especie de hombre… aunque su piel era de color gris, tenía ojeras, colmillos grandes y afilados, sus ojos eran rojos, no tenía cabello, era bastante delgado y sólo estaba cubierto por una especie de taparrabos, tenía unas alas negras, pero no eran frondosas como las de Carla, más bien se veían débiles y escuálidas. Junto a él había un chico de unos 17 años vestido totalmente de negro, parecía estar asustado y estaba siendo rodeado por una manta blanca muy sucia, Carla se sentía algo incómoda por el calor pero le parecía que para Pilar era realmente insoportable.
Beto: Devuélvenos al chico…
Abaddona: No… antes tengo que decirles algo importante, no lo crees?
Beto: No! No caeremos en las mentiras de tu amo!
Abaddona: …
Beto formó el hexagrama debajo del demonio y éste lo esquivó rápidamente, Beto intentó con bolas de fuego las cuales también fueron esquivadas y entonces intentó sus ataques al mismo tiempo y el demonio no pudo salvarse. Cayó al suelo y Beto se acercó a él.
Abaddona: ¡Basta!
El demonio se paró y le dio un puñetazo a Beto que lo hizo acercarse a la orilla. Se acercó rápido a Carla quien se hizo para atrás volteando luego a ver el vacío detrás de ella.
Abaddona: Es sobre tus hijas, tienes que escucharme!
Un brazo cubierto de fuego quemó la mejilla del demonio y este ahogó un grito y se hizo para atrás.
RAGASKA: Esperen!
El demonio dio unas fuertes patadas en el pecho de Beto y éste estuvo a punto de caer de la plataforma cuando Paco lo tomó de la mano y el cuerpo de Beto se quedó colgando en el aire.
Paco: Aguanta…
Beto: No saques tus alas, podrían quemarse!!!
Pero Paco no lo escuchó, un par de alas blancas, hermosas y en un gran contraste con las del demonio, salieron de su espalda. Paco se elevó lentamente, aun sujetando a Beto y Carla vio como algunas plumas se ennegrecían y disminuían su tamaño, consumidas por un leve fuego, pero Paco siguió elevándose hasta que Beto puso los pies en la plataforma, entones se dejó caer sobre esta, ocultando sus alas de nuevo.
Abaddona: Idiota!!!
El demonio lanzó un potente rayo que salió de su mano, pero entonces, la capa que poseía el chico brilló y apareció alrededor de Paco, el rayo rebotó en ella y fue regresado a su origen, el demonio salió disparado por su propio poder y cayó de la plataforma, intentó mover sus alas, en un vano intento por volar pero estas no lo soportaron y cayó a la lava, pegando un fuerte grito.
RAGASKA: …Pero si ni siquiera me había hecho daño
Beto: Pero lo haría
Carla: Dijo que tenía algo que decirme!
Beto: Escúchenme bien todos, por nada del mundo, por nada, podemos creer en lo que un demonio nos diga, entendieron? Ellos sólo tratarán de confundirnos, es así como atacan. Así que no confíen en ellos.
Paco: Y esto qué es?
El chico se tiró al suelo y comenzó a sudar mucho.
RAGASKA: Es lo que la Reina me mandó a buscar… es el poder oculto del Reino del Loto.
Beto: Paco, ponle la manta a Pilar.
Paco cubrió a Pilar con ella y pronto, ella comenzó a despertar y se levantó.
Pilar: ¿Qué es esto?
Beto: No te la quites
El chico seguía en el suelo, estaba justo como Pilar antes de que pusieran la manta sobre ella.
Beto cerró los ojos y bajo los pies del joven apareció el hexagrama. El chico estaba en trance y se elevó un poco en el aire,un par de grandes alas blancas aparecieron en su espalda, luego volvió a la tierra y el hexagrama desapareció al mismo tiempo que abrió los ojos.
RAGASKA: ¿qué ocurrió?
Beto: He liberado tus poderes que estaban sellados, ahora podrás soportar el calor un poco más, así como nosotros.
Paco: ¿Cuál es tu nombre?
RAGASKA: Ricardo Alfonso Gustavo Alberto Said Kislev Árbol…
Todos: =S
RAGASKA: Pero llámenme simplemente RAGASKA…
Pilar: Ne, para mi eres… “Mono”!
RAGASKA: Y eso?
Pilar: No sé, tienes cara de Mono o.o
Todos rieron y Carla observó a aquel chico que de ahora en adelante los acompañaría, ya lo habían encontrado… al otro divino…
Última edición por Machucarules el Mar 24 Nov - 2:48, editado 1 vez
Re: El problema del Mal Ep.1 Cap. #4
huuy nombre tanta espera valio la pena
pako_tigres- Jounin
- Cantidad de envíos : 128
Edad : 32
Localización : en mi kasa
Fecha de inscripción : 11/09/2008
Temas similares
» El Problema del Mal Ep.1 Cap. #8
» El Problema del Mal Ep.1 Cap. #9
» El Problema del Mal Ep. 1 Cap. #10
» El Problema del Mal Ep. 1 Cap. 11
» El problema del Mal Ep. 1 Cap. #2
» El Problema del Mal Ep.1 Cap. #9
» El Problema del Mal Ep. 1 Cap. #10
» El Problema del Mal Ep. 1 Cap. 11
» El problema del Mal Ep. 1 Cap. #2
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.