Eterna Oscuridad Cap 1

Ya estaba oscuro, había comenzado a oscurecer dos horas antes, todas las luces de su casa estaban apagadas. Su familia había salido. Se encontraba sola en su casa, a pesar de que estaba completamente cerrada aun podía sentir el frío de afuera entrando por un agujero o alguna parte que había olvidado cerrar. Solo pensar eso hizo que se estremeciera, solo una ventana que hubiera dejado abierta o una única puerta que no tuviera llave dejaría entrar más que solo el frío de afuera, no sabía si era un “Él” o una “Ella” pero entraría y sabría lo que le sucedería, lo que eso le haría. Pues ella había sido testigo de los demás, ella había visto los cuerpos (si a lo que quedaba se le podía llamar “cuerpo”) un tórax sin nada, solo, como un robot armable que hubieran dejado sin comenzar, completamente desmembrado, cada uno de los veinte dedos esparcidos por toda la habitación, en la que habían sido encontrados, ambas manos cortadas sin dedos y sin brazos que las sostuvieran, los brazos perdidos en cada extremo de el lugar, un par de pies que no llevaban un solo dedo, sin una pierna portadora, las dos piernas en extremos opuestos de cada brazo, y la cabeza… siempre en el centro, con esa mueca de horror, como si quisieran lanzar un grito que nadie podía escuchar. Las cuatro paredes llenas de sangre, prácticamente pintadas con ella. Aun no lograba comprender como lograba hacer todo eso, nadie nunca escuchaba nada, jamás veían a nadie salir del lugar.
Algunas veces llegó a imaginar que era un fantasma tratando de castigarlos, alguien invisible con un poder sobrenatural o algo mucho peor.
Había escuchado todas las recomendaciones de los demás, no debía quedarse sola ni un instante, todo apuntaba a que seguía ella, habían insistido tanto en quedarse junto a su lado, pero los había rechazado con gentileza diciendo que por ningún motivo se quedaría sin compañía, en ese momento sola en la enorme oscuridad de su casa se arrepentía muchísimo no estar con ellos ahora. Había apagado todas las luces, cerrado todo, cualquiera que pasara por ahí ignoraría que en un rincón ella estaba sentada acurrucada con sus propias rodillas, con solo una linterna para cualquier cosa que llegase a necesitar. Todo el que pasara por ahí pensaría que la casa estaba vacía. Pero esa noche nadie pasaba, una única persona se acerco, pero no de paso, se detuvo frente a la puerta principal sin entrar.
Sola, en la parte más lejana de la puerta no había podido imaginar que alguien esperaba afuera, ni mucho menos pensar que eso no duraría mucho.
El por qué les sucedía esto a ellos, el quién les hacia eso eran de las preguntas más frecuentes desde hace ya algunas semanas. Se había hecho dueña de algunas teorías, ella creía saber quién y por qué, según su pensamiento lo más probable es que era una “Ella” y solo buscaba venganza, pero solo era una creencia, de cualquier modo le daba un poco de fuerzas pensar que si alguien entraba buscándola podría luchar sin…
Escucho un ruido.
Sintió un miedo terrible, creía estar segura quien era y que buscaba ahí.
-Solo es una rata, un pequeño insecto, el viento colándose por debajo de la puerta…-susurró para si tratando de calmarse, fingiendo que nada malo le sucedería, mintiéndose a si misma, mientras escuchaba un ruido que se hacia cada vez más fuerte y asemejaba ser pasos-. Son mis padres llegando- se mintió, estaba segura de que si sus padres hubieran llegado no abrían tenido tanto cuidado de no ser escuchados, de inmediato habrían encendido las luces y lanzado un grito para saber donde se encontraba su joven hija. Ella lo sabía, siempre habían sido tan sobre protectores y no tolerarían el hecho de llegar a la casa donde su hija “sola” se encontraba con todas y cada una de las luces apagadas tratando de no ser escuchada. No es que ella fuera así, pero sus padres tratarían de protegerla de todo, así fuese un hombre que ella misma hubiera invitado.
El ruido parecía haberse esfumado, unos momentos antes creía que si el ruido desaparecía se calmaría, pero no era así, ahora se sentía mucho mas aterrada que antes.
La oscuridad invadía su casa, pero en la puerta frente a su habitación se hallaba una negrura aun más densa que la oscuridad alrededor, del tamaño justo de una persona. En ese momento creyó (y deseo) que se desmayaría, al menos inconsciente no tendría idea de lo que eso le podría hacer y la verdad no le importaría, después de todo solo unos momentos después se encontraría muerta y “esparcida” por su habitación.
Seguía consiente, sabía lo que le haría y lo peor es que se encontraba en sus cinco sentidos para sentirlo todo.
Trató de encender la linterna, podría incluso pedir ayuda con ella, iluminando una ventana, pero en medio de la desesperación se le resbaló por las temblorosas manos.
-¿Quién eres?- dijo con suavidad
La oscuridad se negó a responder, a ella le pareció una eternidad desde su pregunta hasta que la figura al final de su habitación comenzó a moverse, creía que a su “invitado” le gustaría entretenerse y disfrutar de la situación cada momento, por lo menos hasta que corrió hacia ella.
En un intento desesperado de sobrevivir, se levantó con una gran rapidez (que incluso le asombro a ella) corrió hacia la dirección opuesta de la que venia aquella “sombra”, por un momento creyó que le ganaría, solo por un momento, hasta que le sujeto la cara con una de sus manos escondidas entre la oscuridad. Se dejó poseer por el miedo y no puso más resistencia.
No sabía que vendría primero ni que después, fue entonces cuando sintió el frío y fino filo de la navaja atravesándole el cuello de lado a lado. Aun no podía creer que todo terminaría así, para su mala suerte eso acababa de comenzar sintió como su ropa era rasgada y arrancada de su frágil piel, cada segundo llenando con su propia sangre una parte más de ella misma, la cual salía (a su parecer) demasiada, se preguntaba por qué no moría desangrada en ese instante o por qué no simplemente la mataban de una vez.
Querían que sufriera, eso era seguro y lo estaban logrando. Se encontraba desnuda y perdiendo sangre cada segundo que pasaba, los cuales le parecían eternos, pero aun faltaba más. Sintió un horrible dolor en su entrepierna, se había equivocado no era una “Ella” sino un “Él”, el dolor era espantoso, trataban de encajarle algo en una parte sensible para ella sin la menor consideración. Aun recordaba su primera vez, le había parecido algo muy bonito, incluso hermoso, pero ahora no entendía como alguien podía transformar algo así de maravilloso en algo tan horrible y doloroso. No imaginaba hasta que punto tratarían de hacerla sufrir. Recordaba una frase que había leído en un libro “Si el dolor dura mucho significa que puedes soportarlo, si el dolor es insoportable no durara mucho”, hasta ahora creía que el dolor que sentía era soportable y por eso aun no estaba muerta (si es que en verdad no lo estaba) pero hasta ese segundo no sabia que el dolor podría aumentar más y la verdad no lo creía.
Cuando le arranco el primer dedo (con los dientes) el dolor se detuvo, incluso a ella le parecía que iba disminuyendo. Sí, el dolor estaba desapareciendo. De hecho también su intranquilidad y su temor.
No supo ni siquiera cómo o con qué le había arrancado el brazo, ya que ni siquiera lo sintió. El dolor había desaparecido casi por completo, su desesperación y su miedo habían hecho lo mismo. Ahora lo sustituían una calma y una tranquilidad absoluta, casi hasta le daban ganas de sonreír.
No sabia por qué el dolor había desaparecido, pero ahora se sentía mucho mejor. Aun veía su sangre salir de su cuello (¿Acaso no se terminaría?), veía incluso partes de su cuerpo lejanas de donde deberían estar pero no la molestaba, algo que también veía era como la oscuridad a su alrededor ganaba fuerza, desapareciendo cualquier objeto (difícilmente visible) de su mirada que lentamente se perdía en la oscuridad.
Por un momento más trató de alcanzar a distinguir cualquier cosa a su alrededor, incluso trató de volver a sentir dolor, no le importaba reconocer a su agresor, solo le importaba volver a ver y sentir lo que debería estar sintiendo.
Dos segundos después, ya no importaba nada.


Eran las seis cincuenta y dos de la mañana, era una mañana fría pero no hacia falta llevar un suéter, era un clima agradable. El profesor siempre llegaba a las siete con cinco minutos, era tan puntual, aunque no exactamente ya que la clase debería empezar a las siete en punto, cosa que para nada molestaba a sus alumnos quienes usaban siempre ese tiempo para platicar un rato, contarse su fin de semana (o el día anterior según el día de la semana que fuera). Fuera bueno o malo sus amigos deberían de saberlo.
Había muchos lugares vacíos (como siempre) aunque la mayoría pertenecía a alumnos que acostumbraban llegar después de las seis cincuenta y cinco, incluso después que el maestro, los demás eran de alumnos que no llegarían nunca.
Esa mañana de lunes, todos tenían algo que comentar, a cualquiera le parecería extraño que el tema de conversación fuera la muerte de una compañera suya.
A ellos no.
Se estaban acostumbrando, después de todo esta ya seria la quinta vez de la que hablaban de algo así, y creían (y temían) que no seria la ultima.
Machuca: Sí, yo me entere en las noticias… creo que lo que dijimos era correcto… ese es el orden
Ricardo: De que estaba yo sin hacer nada, y vi en el periódico una foto suya… la reconocí de pedo y pues me puse a leer, y pues obvio
Mariano: Yo hasta que me dijo Machuca, jeje
Madison: Esto cada vez esta más raro
Mariano: ¿Yo que tengo que ver?
Todos: Nada
Mariano: ash! Déjeeeenmeeeee
Machuca: Es muy triste… cada vez veo a menos
Mariano: Yo también
Pilar: ¡Hola! Ey ya supieron lo que pasó… sucedió de nuevo
Fresa: ¡O sea Pilar! ¿De que crees que hablamos? ¿De lo que hicimos ayer?
Pilar: seeeeeee
Fresa: Pues no fíjate
Jessica: Ya nada más quedamos trece…
Viri: Y vamos a ser menos… nos van a matar a todos jajajajajajajaja
Todos: ¬¬ ¡Cállate!
Pago: Ay no no vamos a morir no no
Beto: Pero es que no fue nuestra culpa…
Jessica: Si, Mariza tiene razón, no deberías hablar de eso aquí
Mariano: Creo que deberíamos hablar con alguien…
Machuca: ¿Para qué?
Mariano: Para…
Pilar: ¡¿Para qué?!
Mariano: No se… deberíamos hablar con alguien sobre esto
Jessica: ¡¡Nadie debe saberlo!! ¿Qué les vamos a decir? ¿Piensas decirles que nosotros la matamos?
Mariano: Nosotros no la matamos…
Pilar: Si, pero son gays y mierda mierda, ¿Con quién crees que deberíamos hablar?
Mariano: no me gusta la idea, de hecho la odio… pero creo que deberíamos hablar con…
En ese momento el maestro entro al salón, eran las siete y cinco como era de esperarse.
Todos fueron a sus asientos, los once chicos que un momento antes habían hablado sobre lo sucedido sabían que él también lo haría… hablaría de lo que pasó. Aunque ellos ya sabían todo, aun faltaba solo una compañera suya de llegar, sabían que llegaría pronto pero el hecho de que se retardara los asustaba, nadie los culparía pues en las ultimas semanas, cinco de sus compañeros habían muerto. No. Los habían asesinado
Juanga: Hola chicos, buenos días… Por lo menos para nosotros… tengo horribles noticias
Potter: ¿Qué importa que la mierda se vaya? Si son buenos días
La “Z crew” miraba con rabia a ese “idiota” como lo consideraban (la gran mayoría). Era cierto que no le agradaba (de hecho la detestaba) pero aun así no creían que fuera capaz de decir algo así, tratándose de un tema tan serio.
Pilar: Yo si, es un pendejo… ¡¡Sí mono, un pinché pendejo idiota!!
Ricardo: No estoy diciendo que no
Juagna: Haber, esto es serio. No se si hallan odio las noticias, y supongo que todos sus amigos ya saben. Pero el viernes falleció…
Hubo solo pocas caras de asombro, la mayoría ya lo sabía, otros que no se asombraron fue por que estaban acostumbrados desde cinco semanas atrás oír esas palabras. Pero en ese momento llegó la única que faltaba (o por lo menos la única que llegaría). Se asomó por la puerta para pedir permiso para pasar…
Juanga: Su compañera Flor
La mirada de Kate se desvió, tratando de fingir que no había escuchado eso. Ella no se había enterado en las noticias, la noticia le espantaba, el orden que habían dicho era el correcto. Y sabia quien era el siguiente (o por lo menos lo creía).
Kate: ¿Puedo pasar?
Entro sin esperar una respuesta, y se acomodo en su lugar, aunque ya sabía donde se sentaría tenía muchos lugares de donde escoger.
Juanga: Según lo que informaron, se suicido en su casa. Sus padres la encontraron cuando regresaron, estaba colgada con una cuerda en el cuello…
Mariano: Siempre escuchar eso es difícil… ¿No lo crees Carla?
Aun no se había acostumbrado a la ausencia de su compañera que siempre solía sentarse frente a él. Le dolía mucho y pensaba que habla con “ella” solo lo hacia para negarse el hecho de que ya no estaba con ellos. Pero hablaba con Mariza también, quien era la amiga imaginaria de Flor, así que se preguntaba por qué no podría hablar con su amiga.
Pilar: Por que…
Juanga: Al parecer no lo ha pasado muy bien con las cosas recientes
Todos se sentían muy tristes, aunque lo ocultaban muy bien. Seguramente se debía a que ya habían sufrido las suficientes pérdidas como para haberse acostumbrado un poco a la muerte. Les dolía pensar también en eso, pero era inevitable. Ya sabían que nada ganaban con lamentarse y ponerse a llorar, lo único que podían hacer era intentar descubrir qué sucedía antes que…
Pero no acostumbraban pensar mucho en eso, aunque ese día dos personas pensaban con mucha seriedad ese asunto.
La directora les dio el día libre (otra vez) últimamente hacia mucho eso, probablemente era por que era consiente de lo que sucedía. Aunque otros creían que se debía a su “condición”. Trataban de pasar con “el que siguió” y “el que va a seguir”, o por lo menos lo harían desde ahora que habían acertado en el orden.
Kate: Mariano, entonces tú crees que el orden sea…
Mariano: Si Kate, creo que Flor lo demostró
Fresa: Pero eso significa que… sigo yo…
Kate: Tranquilo, podría ser Pago =)
Fresa: Creo que eso me tranquiliza un poco
Pago: A mi no ¬¬
Kate: Bueno, entonces también podría ser Jessica
Pago: Si, eso me tranquiliza un poco
Jessica: A mi no =(
Kate: ¡Ah! Pues se joden, es uno de ustedes 3
Pilar: Ey ¿Y lo de hablar con alguien?
Mariano: Creo que deberíamos hablar con Juanga
Machuca: ¿Por qué él? Aparte
Mariano: No sé, podría ser un poco de ayuda… después de todo siempre ocurre igual, podría ser que hasta él tenga algo que ver =S
Machuca: No creo, pero tal vez podría ayudarnos, se me esta ocurriendo algo que tal si le decimos que haga una junta
Jessica: ¡¡Noooo!! ¿Piensas poner una trampa y que uno de nosotros sea la carnada?
Machuca: O.o Tú idea es mejor
Ricardo: ¿Quién vota por la idea de Jessica?
Todos (menos Jessica): ¡Yo!
Beto: Pero antes vamos a tener que contarle la verdad…
Pago: Y después lo matamos
Todos: O.o
Pago: Bueno, no
Viri: ¿Y si nos mata? Jajajajajajajjajajajaja
Todos: ¡¡Cállate!!
Madison: Oye Machuca… lo siento de nuevo
Machuca: ¿En serio? ¿Y ahora si puedes verlo?
Madison: No, pero mejor no digamos nada… ya sabes por qué hace eso
Machuca: Si, Por que…
Madison: Parece que de verdad la quería… así como… así como yo…
En ese momento rompió en lágrimas, los demás rápidamente lo notaron, pero ya estaban acostumbrados a sus ataques de tristeza. La nostalgia era algo que a ella le afectaba mucho desde lo que había sucedido tres semanas atrás.
Los días pasaban rápido. Aun no habían hablado con su profesor y era por que no sabían como.
Pilar: Y por que…
Creían que tenía que haber un momento adecuado, en el que él no los acusaría y creería en sus palabras.
Tenia que.

El viernes había llegado, el simple hecho de nombrar ese día hacia temblar hasta al más valiente de su grupo. Estaban asustados, no sabían si volvería a suceder o si todo había terminado y por fin podrían estar tranquilos.
Y no era así.
No habían hablado aun con su maestro, un momento decían que si, pero siempre cuando el les preguntaba que de qué querían hablar se quedaban mudos, como si su lengua se escondiera en sus bocas resistiéndose a las palabras.
Ya había oscurecido, eran las ocho diecisiete de la noche, y aunque estaban un poco incómodos con lo que sucedía aun no podían confesarlo.
Se habían decidido.
El lunes lo contarían todo, incluyendo las partes que hasta ahora algunos también desconocían y que podría ayudar a resolver todo. Aunque para uno, seria demasiado tarde.
El Fresa se encontraba en su casa, sus padres se estaban preparando para salir, cosa que para ese momento el ignoraba, por lo que no se había preocupado. Sus padres estaban ahí, no podía pasarle nada con ellos dentro de su misma casa. Tal vez tenia razón, pero no estarían por mucho tiempo.
Fresa: ¿Van a salir? O_O
Mamá del Fresa: Sí, tu profesor de Física nos llamó hace unas horas, va haber una junta o algo así.
Papá del Fresa: No dejes entrar a nadie, ¿Entendiste?
Fresa: Pero… puedo hablarles a mis amigos para que me hagan compañía ¿Cierto?
Mamá del Fresa: Por favor hijo, ¿No crees que estas lo suficientemente grande como para no tener miedo?
Fresa: Pe-pero…
Mamá del Fresa: Nada de peros, no quiero a nadie en esta casa más que a ti.
La mamá del Fresa no era la única que deseaba eso. Si eso era posible él no tendría nada de que preocuparse. Estando solo en su casa nadie podría hacerle daño.
Pero sabía que no duraría mucho.
Decidió llamarle a su amiga Kate por teléfono, no sin antes haber encendido todas las luces de su casa, sus padres se enojarían quizá, pero no le importaba, valoraba su vida lo suficiente como para soportar el regaño y castigo de sus padres ya fuera por desobedecerles en no invitar a nadie a casa o por la enorme cuenta de luz que tendrían que pagar a final de mes.
Fresa: Si Kate, por favor, ven a mi casa, estoy solo y muy asustado.
Kate: La mayoría están solos, todos nuestros padres fueron a esa junta.
Fresa: Pues diles a todos que vengan, no quiero estar solo.
Kate: Sí, eso parece buena idea. Les diré a todos los que están solos que vayamos a tu casa hoy.
Fresa: Sí, mientras más mejor… pero por favor Kate… apúrate, no aguanto un segundo más…
Kate: Tranquilo Fresa… Todo va a estar bien
En ese momento el horror invadió por completo al Fresa, trataba de repetirse las palabras de Kate para calmarse un poco, pero sabía que no lo lograría.
-Todo va a estar bien- se repitió a si mismo.
Lo repitió dos veces antes de colgar la línea muerta del teléfono. Miro todo a su alrededor y al contemplar la enorme oscuridad en la que se encontraba, supo con certeza… Que nada iba a estar bien.

chaleee esta bien shida
la historia me gusta este genero
de suspenso bno creo ke es ese genero
o kien sabe
cierto potter es un idiota
aunke pobre le dio congutivitis ke se mejore
bno eso
ay no no vamos a morir todos no no
chalee no vallas a salir ke viry es la mala
ya esta muy usado vdd machuca

Pues se me hizo algo interesante pero también algo asquerosa y sádica xD de todos modos la seguiré leyendo (namas porque la escribiste tú, ya que se trata de Zig Zag¬¬)

haha
me enkanto
osea ke la ke murio primero fue flor
ohhhh no pobre porkeria
haha
io opino lo mismo ke pilar
viri tmb se reiria si dijera eso haha
me boi adios







me enkanto la historia =)

[

i]ay me gusto mucho!!!!!!
pero nembre nembre o sea ke ya estoy muerta ay no no no no!!!!!!
pero la verdad esta muy chida cuando la vi dije ay vooooy por ke la vi super larga pero despues me kede picada y cuando acorde ya la habia terminado jeje.
super padre!!!! [/i][i]